Presentamos el Segundo Reporte de Uso de Medios de Pago Digitales, Participación de Mujeres en Pequeños Comercios. En este informe estudiamos las diferencias en uso e ingresos entre comercios registrados por hombres y mujeres, con el objetivo de identificar las principales brechas que se observan entre pequeños comercios y emprendimientos, y caracterizar su evolución en el tiempo. Esperamos que este reporte contribuya a la discusión sobre las barreras que enfrentan las mujeres como emprendedoras, y motive nuevos estudios que permitan diseñar políticas públicas orientadas a reducir las brechas de género observadas, y aumentar la productividad de emprendedoras y emprendedores.
Los resultados presentados en el reporte estudian más de 100.000 comercios entre los años 2018 y 2022. Las principales conclusiones de este estudio son:
- Hay una participación mayoritaria de mujeres, la que ha ido aumentando en el tiempo
- Un 61% de los comercios estudiados se encuentra registrado por una mujer. Esto contrasta con cifras de participación en el mercado laboral, donde alrededor de un 42% de los ocupados es mujer.
- Si bien no se observa gran variación en la participación de mujeres a través de regiones, sí se observan diferencias a través de rubros. En el extremo superior se encuentran los rubros de “Vestuario” y “Servicios Profesionales”, ambos superando el 76% de participación, mientras que los rubros con menor participación de mujeres corresponden a “Alimentos y Abarrotes” y “Arte y Diseño”, ambos con una participación de mujeres menor al 45%.
- En la Región Metropolitana, la participación de mujeres es mayor en comunas rurales, y en aquellas urbanas de altos ingresos.
- Existen diferencias en las horas de operación y en la distribución de éstas
- Las mujeres presentan un promedio de horas de operación levemente menor, lo que se mantiene en todas las regiones. Al igual que con medidas de participación, la mayor variación se observa a través de rubros.
- Al agrupar los comercios según sus ventas, vemos que las mujeres trabajan más horas. Esto sugiere que, condicional en tener un nivel de ingreso similar, las mujeres dedican más horas a conseguirlo.
- En cuanto a la distribución de la jornada, la mayoría de las mujeres trabaja sólo en la semana, y preferentemente en jornadas PM.
- Las mujeres ganan menos que los hombres, y esta brecha ha ido aumentando en el tiempo
- Observamos que existe una brecha de ingresos en que las mujeres ganan un 12% menos que los hombres. Esta brecha ha ido en aumento, tanto si se mide en ingreso semanal como en ingreso por hora, alcanzando los niveles más altos el año 2022.
- Al dividir los comercios por volumen de ventas, vemos que la brecha de ingresos por hora aumenta considerablemente para comercios más grandes. En particular, entre los comercios de mayor tamaño la brecha de ingreso por hora es más de tres veces la brecha observada entre comercios medianos.
- Cerca del 30% de la brecha puede explicarse por diferencias en las horas de operación de los comercios. Sin embargo, hay un porcentaje importante de la brecha que permanece aún después de controlar por todos los observables.
- Al estudiar los factores que podrían explicar la brecha de ingreso semanal, observamos que, controlando por características del comercio, las mujeres ganan un 14% menos que los hombres. Considerando tanto la cantidad como la distribución de horas, reduce en un 28% la brecha de ingreso semanal y un 16% la brecha de ingreso por hora.
- Esto sugiere que no sólo la cantidad de horas que se operan ponen en desventaja a las mujeres, sino que también podrían existir ineficiencias en la distribución de ese tiempo que les impiden alcanzar niveles similares a sus pares hombres.
Este estudio muestra que varias de las brechas de ingreso que se manifiestan en otros sectores de la economía, se reproducen también para pequeños comercios en que gran parte de las operaciones son llevadas de forma independiente. En particular, encontramos que una parte importante de las brechas de ingreso se explican por las horas de operación, lo que se podría deber a que las mujeres enfrentan restricciones para operar en algunos horarios productivos. Otra parte relevante de las brechas no se explica por las variables que usamos como control y por tanto podrían obedecer a componentes más estructurales de la sociedad.